la vida empieza a los treinta

23.6.07

NOCHE DE SAN JUAN



Noche Mágica de sanjuán
Noche de enamorados
De encantamientos dorados
De amores predestinados

Noches de conjuros viejos
De quemar los trastos viejos
De tomar nuevas energías
Que se lleven las malas este día

Se renueve la energía
Dejando atrás lo vivido
Quemando en las hogueras
Todo lo que ya no quieras

Todo lo nuevo vendrá
Y todo lo viejo en el olvido quedara
¡Tomemos nueva energía!
Para vivir cada día
Con fe amor y alegría a san Juan
Le pediremos paz para todos los días

20.6.07

UN PAR DE ALAS



Cierra tus dulces ojos y sueña,
imagina una suave fantasía
que tenga por orden la alegría
y en la que seas tu dueña.

La brisa acaricia tu gesto
y la lluvia tu alma,
el sol te trae la calma
la vida y el amor puesto.

Sólo tú, de vida rodeada,
envuelta en los pétalos de rosa
de la tierra más hermosa,
sin dolor, sin sudor, sin nada.

Lágrimas de amor recorren
como mares tus mejillas,
lágrimas calientes y sencillas,
lágrimas dulces y sinceras
que en silencio a tu alma recomponen
y hasta mi lado te acercan.

No quiero ver tu rostro
arrugado por el ceño,
ni a tu alma como un leño
astillarse hasta ser polvo.

Así que corre mi amor,
que vienen las parcas,
no tengas miedo a despegar
que te voy a regalar
para que vueles,
un par de alas.

15.6.07

PUCHO

Tus orejas guardan los secretos más profundos

13.6.07

EL CIELO- Diciembre 1997



Me gusta dormir con el ruído de la lluvia en mi ventana. El cielo está llorando, pienso. Me gusta estar sola, con el cielo como única compañía. Imagino que no existe nada más que yo y ese cielo, que me lleva contemplando toda la vida, por la misma ventana...

Cuando el cielo llora me gustaría abrazar esa ternura con mi cuerpo, y salir a buscarle para que llore sobre mí. Él siempre está cuando yo le necesito, qué menos que consolar su angustia en mitad de la noche. Al cielo le duele el corazón e imagino que le gustará verme contemplando su tristeza.

Al cielo nadie le entiende, lo admiramos cuando le brillan los ojos y nos tumbamos a su lado para compartir su alegría. Pero cuando llora volvemos corriendo a casa y cerramos las ventanas para que no entre ni una sola de sus lágrimas. Y se siente solo ahí arriba, porque todo el mundo tiene un mal día y a él nadie le consuela el corazón cuando le sangra.