la vida empieza a los treinta

27.8.21

Buen viaje tío, da recuerdos



Hace unos años estuve con mi tío, el único hermano de mi padre, en Trujillo, tomando un refresco con él y con mi primo. Fue un regalo para mi muy especial este momento, porque de alguna manera era como poder estar sentada con mi padre, ya de mayorcino, tomándome algo y poniéndome al día con él. Eran los dos muy parecidos… y esa forma de hablar, ese acentino que para mi es hogar. 

No sentí pena, no sentí carencia por no poder tener esa misma charla, pero con mi padre en carne y hueso. Me sentí muy feliz de estar con él esa mañana y en ese momento, tal cual se dio. Sentí el gran amor que mi tío, tantos años después de la muerte de mi padre, aun sentía por él, cómo lo tenía presente, aunque fuera con algo de penina. 

Hoy recibo la noticia de mi prima Nani, de que el tío Paco ha fallecido, y me vuelve a inundar más  amor que pena. Hablar con mi prima tantos años después, sentir su cariño y hacerle llegar el mío. Decirle de corazón lo feliz que me hacía jugar con ella cuando yo era chiquinina y ella nos regalaba un rato de atención y presencia, y la magia se hacía sola. Recordar aquellos momentos en los que estábamos todos. 

Paco y Pepe ya están juntos, ya no se van a echar más de menos. Eso lo haremos nosotros, los que aquí seguimos, hasta que volvamos a vernos. 


Buen viaje tío, da recuerdos...