Es difícil mirar desde dentro el mundo, cuando todo está preparado para hacerte un selfi.
En este viejo rincón del mundo donde yo vivo, que se dice a si mismo ateo, hemos cambiado los Dioses antiguos y castigadores, por otros nuevos con mil nombres. Hubo un tiempo en el que si eras bueno en vida, se te prometía una inmensa felicidad en un paraíso celestial. Hoy el paraíso es Instagram. Y da igual que te sientas solo y vacío, si en el paraíso eres capaz de sonreír. Vivir experiencias, ir a conciertos, montar en globo, cenar con amigos que igual están igual de perdidos (no lo sabrás, porque la sonrisa del selfi no te deja espacio para poder hablar). Si teniéndolo todo el estómago te sigue recordando que tiene hambre, despierta, y busca el silencio, y búscate dentro. No será fácil, tendrás que luchar contra la corriente mas potente que jamás te encontrarás, te verás dudando y en la duda, te veras mirando y buscando hacia fuera, qué tienen los demás, aquellos que sonríen sin parar, qué tienen que a mi me falta? qué hacen que yo no haga?. Va a ser muy fácil que caigas en esa búsqueda, y como te va a llevar años hacerte con todo lo que crees que tienen aquellos que sonríen: una casa, dinero, ropa bonita, corte de pelo, viajes a la playa, a esquiar en invierno, amigos, y con suerte que sean sinceros, amor y con mucha suerte, un buen compañero, te verás un día en la tesitura de seguir con la farsa, esconderte en el vacío, o de volver a empezar. Empieza otra vez mi vida! Empieza como empiezas ahora cada día, solo hay una única misión en la vida, encontrar esa felicidad que vive dentro, y el paraíso amor, el paraíso es el camino, aunque a veces se confunda con el infierno.
A mis hijos Marco y Vera
Y a mis treinta
