la vida empieza a los treinta

2.5.21

Los ojos de Luz

Ella no sabe amar amando, 

su manera de amar es otra, 

el amor de una leona que protege sin muchos mimos. 

Ese amor que en mitad de una guerra evitaría cualquier tragedia. 

Pero no le pidas un beso, porque no sabe, 

nadie le enseñó a vivir sin estar a la defensa. 

Ella no sabe decir te quiero, ni explotar en la necesidad de un abrazo. 

Pero si te presta su regazo, con la punta de sus dedos hace magia 

acariciándote en el brazo. 

Con ella no hay problema que no encuentre solución 

y en la defensa de lo que para ella es justo, 

en el combate contra el abuso, se pone siempre delante, 

aunque sea de metro y medio el abusón, 

y eso también es amor.

Ella nunca se achanta. 

Ella sabe decir te quiero con sus ojos, 

esos ojos oscuros y negros, de Luz, 

que se achinan con la sonrisa y te tocan el corazón. 

Así también se decir te quiero yo. 

Ni sus brazos, ni sus besos 

saben decir te quiero como sus ojos. 

Te quiero desde aquí porque de cerca no se hacerlo, 

por eso espero a que duermas para acercarme en silencio, 

y con la complicidad de la noche poder quererte así 

como saben algunos otros,

con caricias y caricias y caricias en el pelo y al final 

un único y tímido beso. 

Ella sabe a sangre viva 

que en nombre del amor 

se pueden hacer grandes destrozos, 

por eso ella ama en la distancia 

y con los ojos. 


1.5.21

Uno de mayo

Ojalá alcance el día

en que aprenda a amar al mundo

como la amo a ella.

La amo sin condición ni pega

sin camino por recorrer

y sin esperas.

La amo por respirar.

Es fácil para mi amarla

porque llevo amándola

todas mis vidas.

La amo desde antes de que naciera

y la seguiré amando después

de que yo muera.

Amo todo en ella.

Amo la luz que se desborda con su risa

y amo los silencios oscuros de su sombra

en la misma medida

y de la misma forma.

Ojalá alcance a mirar

como la miro a ella

ojalá, ojalá, ojalá...

Que así sea.