la vida empieza a los treinta

11.9.18

La danza del dar y recibir


A lo mejor no se trata de no querer cruzar una puerta, o traspasar una linea de meta, a lo mejor no es eso. Yo aquí, sacando la fusta por quedarme a las puertas. Persiguiendo un final que nunca llega porque me quedo quieta. Mirando de lejos una vida que me espera con confeti y música de fiesta, y yo con mi fusta, al borde de la meta. Y si la vida es tropezar una y otra vez, tropezar y levantarse y dejar de mirar al final de la calle. Y si en verdad los tropiezos son la fiesta y el confeti los besos que recibes cuando das, cuando sueltas la fusta y decides vivir a pelo.