la vida empieza a los treinta

3.5.20

Dos de mayo de 2020






Gracias mami por aceptarme en tu útero y darme vida. Por darme la certeza desde niña, de que, pasara lo que pasara, podías salvarme y protegerme de cualquier adversidad, a veces con cariño, a veces con regaños, pero siempre a salvo. 

Si Colombiano come gitano, mi madre come colombiano. 

Tal vez en esa certeza se plantó la semilla de la seguridad que ahora siento a veces, de poder hacer lo que me de la gana, sintiendo de alguna manera, que todo tiene arreglo. Sabiendo que puedo equivocarme y ser salvada. 
¿Qué será de mi mundo cuando ya no estés? ¿Se irá contigo esa certeza? O es ya un regalo que nos haces a mi, y al resto de los hijos de mis hijos. Porque si algo quiero dar como madre, que aprendí como hija, es que mis hijos sientan desde el tuétano de sus huesos hasta la punta de los dedos, que hagan lo que hagan, todo tiene arreglo. 

Foto de un dibujo de mi Vera que me ha hecho hoy para que se lo mande a mi madre, que esta sola el día de la madre. Somos ella y yo a un lado del mar, al otro "uno que se ha quemado por el sol y otro con corona virus pero que ya se ha puesto la mascarilla"...Un mar nos separa, gracias hija.