la vida empieza a los treinta

3.5.20

Uno de mayo 2020



Uno de mayo, cumpleaños de la luz de mi alma: "Pobrecita mi niña que no va a tener fiesta de cumple" digo yo mirando con los ojos llenos de humo. 
"Pero podemos hacerla nosotros mamá"...me dice ella con la sabiduría de lo sencillo... 
Pobrecita yo pienso entonces sonriendo, que a veces me dejo fijar el rumbo, cuando en verdad, estando los cuatro, nos sobra el mundo. Cuando en verdad me paso los días de cumpleaños preparando fiestas, arreglando y decorando rincones que creo vacíos, corriendo de acá para allá para que tengan lo que creo que merecen, y sin querer, si me despisto, no les doy lo único que necesitan, la compañía, una tarta y cuatro velas que soplar. 
Me faltará al final del día unos cuantos amigos con quien brindar y la extensa familia, aquellos que desean de corazón abrazar a mi niña. Los voy a echar de menos, seguro. Pero de pobrecita nada, los abrazos volverán y este día me trae algo que deberé recordar: el día que mis hijos nacieron son más que un regalo,  son un milagro. Que no se me olvide estar con ellos de verdad, todo lo demás, aún siendo importante, es complementario.