la vida empieza a los treinta

13.4.07

DELIRIOS



A veces me levanto por las mañanas, cuando el móvil canta, empapada en sudor, un sudor reciente, enfermo. No recuerdo nada de lo soñado, ni creo haber pasado frio. Dame un respiro Vampiro.
Cuando duermo profundamente vuelas en aleteos violentos y oscuramente descordinado te cuelas en mis mundos, dejando tu huella en cada recoveco, impidiendo que el recuerdo se borre.
Condenada estoy a una vida delirante que no es real porque vive en lo más profundo de mis sueños, mientras duermo, una vida que por mucho que me aleje nunca se irá al infierno.