Mi oído sordo (febrero 2015)

Con mi oido sordo para el resto, solo puedo escuchar mi respiración. Oigo mi latido y en susurros lo que pienso. Yo mi me conmigo... ay cuanto te echaba de menos.  A ratos volvemos a estar tu y yo solitas, sin banduendes ni castillos por hacer. Shhhhhhhh calla y escucha. Crees que la vida está por venir y la vida es lo que te pasa por dentro. No busques fuera la receta. Con mi oído sordo sólo estoy yo y aveces ella, que me recuerda que pronto todo volverá a ser otra vez distinto y me recuerda si escucho bien, que lo único que siempre hará que todo sea la lo mismo es lo que llevo dentro. Esa es la piedra que todo lo sostiene, el alma de todas las cosas, lo que enmarca cada momento.