la vida empieza a los treinta

4.8.17

Digerir


Me está costando digerir lo que sea que es esto que no soy capaz de poner en palabras, que no soy capaz de ordenar. Me despisto en la intendencia y me duermo otra vez, en ese humo que huele a los treinta. A ratos estoy y a ratos miro, y entonces me pasa, que me paso cuando estoy, y me duele cuando sólo miro. Se me hace eterna la tarde mientras se ma escapa la vida, cuando todo, absolutamente todo, empieza por una caricia sentida.